• D. Baltasar Acosta Armas pudo tocar su batería acompañando en los temas finales al timplista Domingo El Colorao, ante los 300 asistentes, que también marcaron el ritmo con sus aplausos.
Este jueves por la noche se celebraba el Pregón de las Fiestas de Antigua 2016 a cargo de D. Baltasar Acosta Armas, que fue presentado por el alcalde, Juan José Cazorla y el concejal de Festejos, Suso Montañez.
Juan José Cazorla no dudó en recordarle buenos momentos de viajes que hicieron juntos y donde las bromas entre ambos se sucedían, provocando la risa del pregonero y todos los asistentes. El alcalde también quiso destacar en su intervención la implicación desinteresada y entusiasta de una Comisión de Fiestas donde la experiencia de los más veteranos trabaja mano a mano con los jóvenes y sus novedosas propuestas, así como destacó el esfuerzo realizado por todos los trabajadores del Ayuntamiento de Antigua, y la profesionalidad mostrada por la Policía Local y Guardia Civil que junto al Cuerpo de voluntarios de Protección Civil, garantizan la seguridad y tranquilidad durante el desarrollo de todas las fiestas.
Al escenario subió Domingo Rodríguez El Colorao, que mantuvo una amena conversación con el pregonero Baltasar Acosta Armas, en la que entre chatos de vinos y recuerdos, sólo fueron interrumpidos por los continuos aplausos que provocaban sus recuerdos a los más de 300 asistentes que se dieron cita en la Plaza de Antigua.
Tras el Pregón, el concejal Montañez hizo entrega de un ramo de flores a Dominga Brito Alberto, esposa de Baltasar que a su vez, recibió de manos del alcalde, una placa conmemorativa que el pregonero recibió con un fuerte abrazo y de nuevo, el aplauso del público.
La noche estuvo cargada de sorpresas, como los fuegos voladores o la magnífica actuación de El Colorao, que finalizó con tres temas últimos acompañado a la batería por Baltasar Acosta Armas, uniéndose la plaza entera, al último canto de Vámonos Monada… que esto ya se acaba.
El acto lo cerró la presentación de las candidatas a Miss Antigua, y un brindis final, en el que no faltó la carne de cabra, las papas y el mojo picón.